A veces es difícil mantenerse en el camino del amor y amarte a ti mismo, sobre todo cuando estamos pasando por una experiencia negativa. En esos momentos no nos sentimos con fuerzas para darnos prioridad y solo nos centramos en la tristeza, el dolor o el sufrimiento, olvidándonos de que hemos venido al mundo a experimentar todas las emociones, no solo las positivas.

Pero precisamente porque hemos venido al mundo a experimentarlo todo puedes seguir amándote a ti mismo si cambias la perspectiva de la situación. En otros post ya te hemos contado cómo puedes amarte a ti mismo; en el post de hoy vamos a contarte cómo puedes seguir queriéndote a pesar de estar en un mal momento de tu vida.

¿Qué ocurre cuando atravesamos una experiencia negativa?

Los momentos de negatividad son aquellos en los que sentimos que vamos cuesta arriba en la vida. El miedo, las preocupaciones, la ansiedad y el dolor nos paralizan, nos producen noches sin dormir y nos dejan sin energía. Cuando esto ocurre estamos fuera de nosotros: rumiamos en nuestra cabeza las posibles soluciones o nos dejamos llevar por el dolor, por lo que perdemos el centro.

¡Y esto le da la oportunidad a entidades negativas de aprovecharse de nuestra energía!

Si estás pasando por un mal momento en tu vida y temes que te esté ocurriendo esto, te invitamos a que respires hondo y cierres los ojos un momento. ¿Notas como si algo estuviera tirando de tu nuca, como si tuvieras que hacer resistencia para no caerte hacia atrás? Esa es la señal de que hay entidades alimentándose de tu energía.

Estas entidades no pueden dañarte, pero sí pueden invadir tu campo energético y robarte tu energía.

Amarte a ti mismo en momentos de negatividad

La mejor forma de mantenerse en el camino positivo y amarse a uno mismo a pesar del dolor es ejercitar la presencia y cambiar la perspectiva de las cosas.

Cómo ejercitar la presencia

La presencia es, como su propio nombre indica, vivir en el momento. Para ejercitarla evitamos preocuparnos por el futuro o pensar en el pasado constantemente.

Esto es más fácil de decir que de hacer, pero puedes conseguirlo simplemente siendo consciente de que te estás “yendo de tu cuerpo”. Es decir, cada vez que notes que tu cerebro divaga, recuérdate a ti mismo que debes volver a tu centro. 

Otro truco es tener presente que machacándonos una y otra vez no ganamos nada. Todo aquello que ocurre dentro de nuestro cerebro en forma de situaciones hipotéticas o reproches a nosotros mismos solo sirve para aumentar nuestro castigo. Eso no ayuda a tu amor propio, sino que fomenta que te odies a ti mismo.

Lo terrible de no estar presente es que empezamos a vivir en modo automático. Los días pasan por nosotros, en vez de nosotros por ellos, y un día, de repente, despertamos y nos damos cuenta de que hemos estado meses desconectados y medio idos. Esto es el equivalente a que nos roben la vida.

Para detener todo este torrente y ejercitar la presencia podemos meditar. Tómate 10 o 15 minutos al día para tu meditación, y empieza a crear una rutina. Verás como, poco a poco, entrenarás a tu cerebro para mantenerse siempre en el centro.

Te amas a ti mismo cuando te permites sufrir, te permites llorar y te permites doler sin obsesionarte por los problemas.

Cambiar la perspectiva de las cosas

Como te decíamos al principio del post, hemos venido a este mundo a experimentar. Pero, si solo experimentásemos lo positivo, ¿no crees que nos quedaríamos solo con el 50% de lo que es la vida?

Por ello, una buena forma de mantenernos en amor y amarnos a nosotros mismos en los malos momentos es aceptar la vulnerabilidad, el dolor y el sufrimiento, en vez de luchar contra ello. Esto se consigue cambiando la perspectiva, viendo las cosas por lo que son y no por lo que nos hacen sentir.

¿He perdido mi trabajo y siento que es injusto, que no valgo nada o que no podré volver a encontrar un puesto que me llene? Puedo:

  1. Sentirme mal, encerrarme en mi casa, llorar, esperar a que la ayuda me caiga del cielo.
  2. Aceptar que esta decisión es lo que tenía que suceder, buscar la manera de darle la vuelta a la situación y buscar un nuevo empleo, confiando en que sigo siendo alguien valioso y que un despido no me define.

¿Entiendes cómo va la cosa?

En la Escuela siempre decimos que la vida nos sostiene, que tenemos que confiar en el Universo porque él sabe lo que es bueno para nosotros. Pero también es cierto que el Universo espera que tú hagas algo por ti. Él no te va a salvar si no pones de tu parte. Levantarte y tomar acción es el mayor acto de amor propio que puedes realizar por ti mismo.

El paso definitivo para amarte a ti mismo en los malos momentos: tomar acción

Sabemos que lo que realmente buscas es salir de la mala situación en la que estás, así que vamos a darte un consejo final.

Si practicas lo que ya te hemos dicho conseguirás mantener tu amor propio. Con esa base tendrás lo necesario para salir de la situación con mucha más fuerza, pero el paso definitivo consiste en tomar una decisión. Mientras no tomes la decisión necesaria para salir del atolladero, seguirás manteniéndote dentro, o puede que con un pie fuera, pero dentro al fin y al cabo.

Por lo tanto, una vez reconstruyas tu autoestima habrá llegado el momento de tomar la decisión y poner fin a esa situación que te mantiene paralizado.

¿Te ha gustado el artículo? Déjanos en los comentarios tus impresiones y, si lo deseas, tu historia.

Un abrazo cuántico.